El Proyecto de Urbanización de la comunidad, con un costo total, a día de hoy, de unos 7.300.000 euros, está encontrando una gran resistencia por parte del ayuntamiento para ser aprobado y poderse ejecutar las obras previstas en su desarrollo, llevamos más de 15 años con el tema. Las principales razones para no aprobar el proyecto, licitar y ejecutar las obras son:
Costo muy elevado: La cantidad significativa que se requiere para llevar a cabo la urbanización es un factor determinante. El ayuntamiento considera que este gasto no es viable dentro de su presupuesto actual.
Incapacidad de pago de los vecinos: Muchos residentes de la comunidad no pueden afrontar los costos asociados con el proyecto. Esto genera preocupación sobre el impacto financiero que tendría la realización de las obras en las familias afectadas.
Financiación anticipada: El ayuntamiento tendría que adelantar el dinero para llevar a cabo el proyecto, lo que complicaría su situación financiera. Esto incluye no solo la inversión inicial, sino también la gestión de los posibles impagos de los vecinos (muchos de los cuales el ayuntamiento no podría cobrar ni utilizando vías de apremio, desahucio, etc.), que podrían agravar la situación económica del municipio.
Dada esta combinación de factores, parece que el ayuntamiento ha decidido no proceder con la aprobación del proyecto de urbanización y la ejecución de las obras, priorizando así la estabilidad financiera y el bienestar de la comunidad.
La expectativa de que se llevaría a cabo el proyecto de urbanización ha llevado a una falta de mantenimiento adecuado en la comunidad. Los vecinos, al suponer que la urbanización mejoraría sus condiciones de vida, han disminuido las inversiones en el cuidado y mantenimiento de las áreas comunes y en cambio han realizado cuantiosos gastos en temas jurídicos, técnicos, compra de terrenos, indemnizaciones,...
Sin embargo, con la postura que viene tomando el ayuntamiento de obstaculizar el desarrollo del proyecto debido a su alto costo y la incapacidad de pago de muchos residentes, la realidad es que la realización de dicho proyecto se torna muy difícil. Esto crea un círculo vicioso: la falta de mantenimiento puede hacer que la comunidad se degrade aún más, lo que a su vez puede disminuir el interés en futuras inversiones o proyectos en la zona.
Es fundamental que, a pesar de la desilusión por la falta de avances en la urbanización, los vecinos y el ayuntamiento busquen alternativas para mejorar la situación actual de la comunidad, quizás a través de iniciativas de mantenimiento comunitario o propuestas de desarrollo más asequibles.