Meteorología es una palabra que se origina del griego meteoron, y significa “alto en el cielo”, y logos, que refiere a “conocimiento”.
La meteorología es la ciencia que se encarga de estudiar las propiedades y fenómenos de la atmósfera a corto plazo, en un lugar y tiempo específicos, para predecir el tiempo atmosférico y elaborar un pronóstico atmosférico no mayor de 24 ó 48 horas.
A través de las observaciones de los fenómenos atmosféricos, la meteorología trata de describir las condiciones climáticas y su evolución en un lugar y tiempo determinado, es decir, el tiempo atmosférico de una zona o territorio.
La climatología es una rama de la Geografía que estudia los fenómenos climáticos ocurridos en el pasado, lo que ocurre en el presente y lo que puede ocurrir a futuro. Es decir, estudia las previsiones climáticas a largo plazo, a diferencia de la meteorología que estudia los fenómenos atmosféricos que pueden suceder en pocas horas.
El tiempo atmosférico se refiere a los fenómenos meteorológicos que ocurren en la atmósfera en un lapso y espacio específico. Para determinar el tiempo atmosférico es necesario medir la temperatura, el viento, la humedad y la cantidad de lluvia.
Año ruin cuando llueve mucho en enero y nieva en abril.
Febrero loco y marzo otro poco.
Marzo y abril, si no la pegan al entrar, la pegan al salir.
Abril, abrilete, más malo que siete, llama a mayo y vete.
Mayo frío cría trigo, pero si es muy frío, ni paja ni trigo.
Agua por San Juan, quita vino y no da pan.
En julio, mi trigo, y en agosto, el de mi amigo.
Por San Bartolomé, tormentas ha de haber.
Buen tiempo en septiembre; mejor, en diciembre.
De duelo se cubre quién no sembró en octubre.
Si nieve por San Andrés, nieva mucho más después.
En diciembre, heladas y migas almorzadas.