Conífera de forma ancha y extendida, que pueden llegar a medir entre 25 y 30 m. de altura, y vivir hasta 500 años, con ramas que tienden a dejar libre la parte inferior al tronco y a agruparse en densas copas. La corteza es pardo anaranjada, muy fisurada. Las hojas son agujas aciculares y recias, en parejas, verde grises en los árboles jóvenes y de color gris azul vivo en ejemplares más maduros. Las flores masculinas son amarillas y las femeninas son verdes, en inflorescencias separadas. Florecen en primavera, pero los piñones no están maduros hasta que pasan 3 años, por lo que hasta la primavera del cuarto año, no se abren las escamas de la piña para que caigan los piñones al suelo. El cono, la piña, es un cono casi redondeado, pesado, de color marrón brillante y que encierra semillas comestibles (los piñones). Se encuentra en zonas cálidas con suelos secos y arenosos pobres en arcilla. Los piñones una vez pelados, se utilizan en repostería, en sustitución de avellanas o nueves. Contiene trementina (oleorresina presente en la corteza y la madera), aceite esencial catecol, flavonoides, vitamina C, bencenos, derivados fenólicos y glúcidos, entre otros. La trementina es expectorante, balsámica y antiséptica. Por vía externa se utiliza en dolores reumáticos. La esencia de pino interviene en preparaciones pectorales y bronquiales. Se pueden tomar inhalaciones de aceite de hojas de pino, difluyendo 20 gotas en una taza hirviendo. El aceite de pino se utiliza en el agua del baño para relajar y revitalizar.